MIS TRES PASTORES ALEMANES

Una anécdota familiar da nombre a esta pieza. Teníamos tres perros de muy distinto tamaño y raza –como quiere reflejar la escultura- y en el paseo una tarde se acercaron dos niñas, de unos 5 o 6 años, pidiendo permiso para acariciarlos. En eso estaban cuando una de ellas, con esa candorosa seguridad de las nuevas palabras aprendidas, preguntó “¿son los tres pastores alemanes?”. Esa frase ha pasado a formar parte del código familiar.

© Ana Valenciano, 2020

Bronce patinado

Dimensiones: 11 x 8 x 11

PIEZA ÚNICA

VENDIDO