MULTITUDES

Cuando me planteé esta serie que, de modo demasiado simple, decidí titular Personas, Animales y Cosas, no sospechaba cuán difícil sería la composición.

Empecé a buscar imágenes e ideas, y de entrada me vi entre lo real y lo ficticio ¿es Minnie Mouse un animal o una persona? ¿será una cosa, ya que se trata en esencia de un dibujo? Podría incluirla en las tres categorías.

Al referirse al grupo de las cosas estas cavilaciones casi alcanzan el terreno de lo metafísico ¿un árbol es una cosa? siendo seres vivos queda descartado, ¿y una fresa, una flor?, quizá no ofenda tanto si dibujo un jarrón con flores, incluso una maceta me aceptarían, sin señalarme con el dedo.

Y no es menos confusa la arquitectura. Sin temor podré incluir una puerta, una llave, una casa… ahí ya empiezo a dudar… ¿y un edificio? ¿es una cosa la catedral de León? ¿la torre Eiffel?

Desconcertada, busqué documentación que pudiera orientarme y encontré una de esas invenciones de Borges, referida a cierta enciclopedia china, que divide a los animales de esta forma:

a) pertenecientes al emperador, b) embalsamados, c) amaestrados, d) lechones, e) sirenas, f) fabulosos, g) perros sueltos, h) incluidos en esta clasificación, i) que se agitan como locos, j) innumerables, k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, l) etcétera, m) que acaban de romper el jarrón, n) que de lejos parecen moscas”

Eso me dejó más tranquila. Y seguí en ello.